Eolica

El año 2024 se perfila como un punto de partida crucial para la industria de la energía eólica marina en España. El sector está ansioso por ver cumplida la promesa del Gobierno de concretar sus planes, ya que el plazo previsto para determinar el despliegue, que debía haberse hecho en 2023, no se cumplió. Ahora, se espera que los detalles se aclaren en el primer trimestre de este año. La comunidad eólica está presionando para que se convoque una subasta inaugural, lo que permitiría iniciar las inversiones concretas en ubicaciones específicas y establecer los criterios para que las empresas eléctricas puedan obtener la generación en diferentes puntos. Advierten que si no se toman medidas en los próximos meses, España no alcanzará la meta de tener instalados 3.000 megavatios (MW) de potencia eólica marina para 2030, como se establece en los planes de Transición Ecológica.

El año 2023 marcó un hito para la energía eólica marina en España, con la aprobación de los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) por parte del Ministerio de Transición Ecológica en febrero. Estos planes permitieron la generación de energía eólica en cinco demarcaciones marítimas que abarcan 5.000 kilómetros cuadrados a lo largo de 10.000 kilómetros de costa. Esto sentó las bases para la expansión de la eólica marina en el país, aunque por el momento se ha limitado a proyectos experimentales, principalmente frente a las costas de Canarias y el País Vasco.

El despegue de la eólica marina está previsto para 2030, pero cualquier retraso en la planificación y la ejecución en 2024 alejará la posibilidad de alcanzar la ambiciosa meta establecida por el Gobierno. Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), se espera que para 2030 haya 3.000 MW de potencia eólica marina, lo que representaría el 4,8% de la potencia total de eólica terrestre que el Gobierno planea tener en esa fecha, que es de 62.000 megavatios.

La Asociación de Empresas Eólicas (AEE) ha planteado una cifra aún más ambiciosa para la energía eólica en seis años, proponiendo la instalación de 63.583 MW de eólica en lugar de los 62.000 MW establecidos en el PNIEC. Sin embargo, están de acuerdo en que alcanzar los 3.000 MW de eólica marina solo será posible si se convoca la primera subasta en 2024.

Una de las incógnitas que deben resolverse es si el despliegue de la eólica marina comenzará solo en Canarias o si se extenderá a otras demarcaciones con alto potencial. Esta decisión no está clara y ha generado debates en diferentes comunidades, con algunos a favor y otros en contra. Los pescadores gallegos, por ejemplo, protestaron cuando se aprobaron los POEM, ya que la mayoría de las zonas de alto potencial se encuentran frente a las costas gallegas y asturianas. En contraste, Canarias ha acogido con entusiasmo la idea de la eólica marina como una solución para sus problemas de suministro eléctrico.

Otra incógnita es qué requisitos deberán cumplir las compañías eléctricas interesadas en explotar las diferentes zonas de energía eólica marina. Hasta ahora, las subastas se basaban principalmente en el precio más bajo, pero se espera que se introduzcan criterios tecnológicos de calidad, I+D y ciberseguridad en 2024 para hacer que la industria sea más competitiva a nivel internacional.

En resumen, el sector de la eólica marina espera con impaciencia el desarrollo y la concreción de los planes para garantizar un futuro sostenible y renovable en España.

Una nutrida concurrencia de individuos se congregó este sábado en el puerto de Cedeira, A Coruña, expresando su resistencia ante los emergentes proyectos de energía eólica marina en la costa de Galicia. Los manifestantes, entre los que se encontraban numerosos pescadores, argumentan que estas iniciativas de energía comprometen gravemente el sector pesquero, una arteria vital para las comunidades costeras que se sustentan gracias a él.

Los pescadores y participantes de la protesta consideran que los nuevos proyectos eólicos marinos "sacrifican" su medio de vida y, por ende, la estabilidad económica y social de las zonas costeras que se nutren de la actividad pesquera. Se prevé que esta movilización abra un dialogo donde ambas partes, promotores de energía eólica y la comunidad pesquera, puedan buscar puntos de convergencia y soluciones que salvaguarden tanto el medio ambiente como los medios de subsistencia locales.

Esta manifestación destaca la tensión existente entre la transición hacia fuentes de energía más limpias y la preservación de sectores tradicionales, un equilibrio que los líderes y la comunidad buscan arduamente gestionar. La situación en Cedeira refleja un escenario donde el progreso hacia las energías renovables, esencial para combatir el cambio climático, se encuentra en una encrucijada con los modos de vida tradicionales y las economías locales.

Salamander, la empresa formada por Ørsted, Simply Blue Group y Subsea7, ha obtenido un acuerdo de exclusividad en la licitación de INTOG (Innovation and Targeted Oil and Gas) de Crown Estate Scotland, lo que supone una victoria para la eólica flotante y la expansión comercial de Ørsted en Europa.  Este proyecto de energía eólica marina flotante, de 100 MW, situado a 35 km de la costa de Peterhead, en el noreste de Escocia, está diseñado para ofrecer a Escocia y a su cadena de suministro una oportunidad anticipada de suministrar energía eólica marina flotante antes de la construcción de ScotWind, a mayor escala.  
Ante la previsión de que en la próxima década se construyan en Escocia y el Reino Unido varios gigavatios de energía eólica flotante, este proyecto será un trampolín importante para garantizar que las cadenas de suministro locales estén preparadas y sean capaces de aprovechar al máximo la oportunidad.  

Así, Salamander presentará un paquete de tecnologías innovadoras a escala comercial, preparándolas para su desarrollo en proyectos como los contratos de suministro de ScotWind. Estas tecnologías serán fundamentales para garantizar que la energía eólica marina flotante sea viable y asequible para los consumidores y cree valor para la industria y las empresas locales.  
Huw Bell, director del Proyecto Salamander, ha declarado: "Esta oportunidad a través de INTOG nos permitirá avanzar en el proyecto, que desempeñará un papel importante en la forma en que la industria ofrezca energía eólica flotante en el futuro, ayudando a la cadena de suministro escocesa a acelerar la producción para el mercado local e internacional".
por su parte, Marianne Beck Hassl, Market Manager para Offshore Wind Iberia, ha afirmado: "España también tiene una oportunidad única de convertirse en centro de referencia para la emergente cadena de suministro eólico flotante en Europa, que creará puestos de trabajo a largo plazo para las comunidades locales y aumentará las exportaciones españolas en las próximas décadas. Quien da primero da dos veces, y los gobiernos que se mueven rápido tendrán una ventaja en el desarrollo de esta industria. El Proyecto Salamander supone un paso importante para el despliegue de la energía eólica marina flotante. Por eso, es fundamental que España siga avanzando en su marco regulatorio y ponga sus miras en una licitación eólica marina a escala comercial".
 
Salamander está siendo evaluado en la actualidad para determinar su impacto ambiental (EIA). El proyecto ha presentado su informe de evaluación de impacto ambiental a Marine Scotland y al Consejo de Aberdeenshire, quienes lo han remitido ahora a los consultores oficiales y no oficiales para que lo examinen y respondan al proyecto propuesto y al alcance de la EIA. El proyecto cuenta con un contrato de conexión a la red eléctrica con National Grid que permitirá su puesta en marcha en 2030 y contribuirá al objetivo de 5 GW de energía eólica flotante del Reino Unido.
En referencia a la situación actual de la eólica marina en España, Mario Garzón, responsable de Regulación y Asuntos Públicos de Ørsted para España y Portugal, ha añadido: "Desde Ørsted felicitamos al Gobierno español por la aprobación del Plan de Ordenación del Territorio Marítimo (POEM), una herramienta crucial para el desarrollo de la eólica marina en nuestro país y su coexistencia con otros usuarios. Los gobiernos de todo el mundo están pasando de la planificación a la acción, y esperamos que el Gobierno español publique pronto el borrador del marco regulador de la eólica marina para que los promotores maximicen el valor que las renovables pueden aportar a las comunidades locales y a la sociedad."

Por su parte, Gabriel Davies, directora del Programa de Eólica Marina Flotante de Ørsted, ha declarado: "Salamander es un proyecto pionero diseñado para estimular y apoyar cadenas de suministro innovadoras y renovables en Escocia, potenciando al máximo el apoyo a las energías renovables en todo el mundo. Con la eólica flotante en la cumbre de la industrialización, Salamander desempeñará un papel crucial en el abaratamiento de los costes y la aceleración del despliegue comercial a gran escala de la tecnología".