La crisis energética y climática nos sitúa ante una nueva era en la que se acaba la energía barata, Pero la transición energética no es posible si no se ponen todos los medios y esfuerzos para reducir nuestra producción y consumo, adaptándolos a los límites de las fuentes energéticas renovables, en la actualidad nos encontramos en un contexto donde afloran con fuerza los límites físicos y de recursos naturales y situaciones de extralimitación (overshoot) en relación con la expansión del modelo de producción y consumo hegemónico.
Un ejemplo notable es el que tiene que ver con la energía, parece claro que la crisis energética que padecemos nos sitúa en una complicada encrucijada marcada, tanto por su protagonismo en la aceleración del cambio climático, como por la aparición del cenit del petróleo convencional (peak oil)
Esta circunstancia pone a las sociedades ante el espejo de la escasez energética futura y viene a refrendar el principio del fin de una era económica caracterizada por la energía barata, como se ve, solo esta transición entraña ya transformaciones socioeconómicas de gran envergadura de acuerdo con el sexto informe del IPCC, de seguir con la trayectoria de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) actual, se estima como muy probable un aumento de entre 2,8 y 4,6 ºC para 2100 (en comparación con la era preindustrial); es improbable que semejantes incrementos puedan ser soportados por la especie humana, pero lo que es seguro es que la gran mayoría de los cultivos y sistemas agrarios de los que depende su alimentación no resistirían tal aumento.
Se comprende, entonces, que los trabajos científicos mejor documentados ya llegaran hace tiempo a la conclusión de que el ritmo de disminución de las emisiones de GEI debía ser del 6 % anual durante cuatro décadas, comenzando en 2013, así pues, sin necesidad de plantear problemas futuros con el acceso a los combustibles fósiles, el cambio climático nos enfrenta ya con crudeza a la necesidad de una reducción del consumo, el dilema es evidente: si pensamos que la utilización de la mitad de los hidrocarburos disponibles ha conllevado un calentamiento global como el actual, ¿dónde nos llevaría quemar la otra mitad de los combustibles fósiles? Pactos verdes y crecimiento verde, en este contexto, desde hace una década, las propuestas para enfrentar los problemas ambientales globales se han enmarcado en los programas de transición ecológica, transición energética y descarbonización de las economías, bajo este paraguas se ha propuesto la estrategia del crecimiento verde (green growth).
Se promete el mantenimiento del crecimiento económico y la expansión de la producción de bienes y servicios (PIB), pero utilizando fuentes energéticas renovables, gracias al desarrollo tecnológico, reduciendo el uso de recursos naturales y la contaminación, la viabilidad de este modelo, cuya vocación subyace bajo los planes de transición reportados para cumplir el Acuerdo de París, ha sido fuertemente contestada en diversos trabajos académicos realizando Pactos verdes y crecimiento verde de recursos naturales y la contaminación.